SUTILEZA FEMENINA


No se puede pretender que todas las personas tengan la misma sensibilidad. Comparar La Cienega con Spiderman, es como comparar beber un vino añejo, una noche em tu casa escuchando Mozart, con beber una coca cola helada una tarde calurosa en una estación de servicio escuchando un Cuarteto cordobes. Las dos pueden ser experiencias satsifactorias, pero de una naturaleza totalmente diferente.

Lo que mas me gusto de "La Cienaga" es su mirada inquisitiva, silenciosa y sutil. El espectro de relaciones humanas dentro de essa familia, el amor de la chica por la empleada, esa especie de casi incesto , siempre rodeandolos a todos, madre con hijo, hermano con hermana, no siempre es facil admitir q esas cosas pasan en cualquier familia, y es menos facil todavia contarlo con tanta destreza e sutileza, lo obvio no tiene cabida en el universo del film, para todo hay una mirada nueva, hasta para la calle centrica de Salta tapadas por los carteles, q parace una cosa de otro mundo.
Les guste o no Lucrecia Martel llego para decirnos q existen outras maneras de contar una historia en el cine. Y q hay espacio para el talento se manifetsar fuera de los circuitos tradicionales.

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[deleted]

Como con "La niña santa", empiezo a pensar que Lucrecia Martel tiene serios problemas para conseguir la atención del espectador. Quizá sean los personajes tan catgados de desidia, quizá el ritmo, o quizá la sensación general de que no pasa absolutamente nada y de que esos personajes no tienen nada que contar. Al menos los de un Eric Rohmer suelen ser encantadoramente pedantes y aunque sus diálogos sean tal vez poco "reales", resultan seductores. AL fin y al cabo esto es cine, no sólo colocar una cámara y dejar que personas que no nos importan un pimiento pasen por delante de ella.

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Perdoname, pero no puedo creer todavía en tu texto. Sí, por supuesto que Lucrecia Martel no va a atrapar al espectador de Matrix, estoy seguro. Los diálogos de los films de Rohmer y los de Martel no tienen absolutamente NADA QUE VER. Es un disparate compararlos. La realidad de Martel es una realidad cotidiana que sabe absorver el encanto del realismo mágico y esa especialidad argentina de no resolver absolutamente nada. Por supuesto que va a seguir mejorando pero como punto de partida sus primeros dos filmes son increíbles y de una lucidez alucinante y nada frecuente en la cinematografía argentina. De todos modos, para los espectadores de Matrix, no son.

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