Perfecto KOmond, la crítica inteligente está siermpre bienvenida.
Recomendo a todos ler un artículo que ví hoy en la Voz de Galicia y que me dío la gana de visionar 2 pelis de esa época "Rojo y Negro", 1942 de Carlos Arévalo y "Raza", 1941 de José Luis Sáenz de Heredia por lo que respresentan de la ideología del périodo.
Lo copio aquí abajo:
"El filme maldito del franquismo "
«Rojo y negro», estrenada en 1942, fue retirada de las pantallas para siempre por el régimen de Franco porque su visión falangista de la Guerra Civil era «inadecuada»
Rojo y negro fue estrenada el 25 de mayo de 1942 en el cine Capitol de Madrid, pero sólo permaneció en cartel tres semanas. Aunque el régimen franquista no prohibió formalmente el filme dirigido por el falangista Carlos Arévalo, sí lo retiró de las pantallas, porque era «inadecuado para su tiempo», según Vicente Sánchez-Biosca. Este profesor de Comunicación Audiovisual de la Universidad de Valencia acaba de publicar Cine y Guerra Civil Española. Del mito a la memoria (Alianza), una reflexión sobre cómo se ha representado la contienda en el cine desde 1939, que parte de la premisa de que «los relatos que nos contamos sobre los hechos históricos son tan importantes como los propios hechos». El libro incluye un DVD de la película maldita del franquismo, perdida hasta su recuperación por la Filmoteca en 1994.
¿Por qué fue enviada a las tinieblas? Para que nadie se engañe hay que dejar claro que Rojo y negro es maniquea, los rojos son los malos y los nacionales los buenos. No podía ser de otra forma en plena posguerra. También que, como dijo Sánchez-Biosca en la presentación, es una película «fallida» y, según el catedrático de Literatura José Carlos Mainer, el prologuista del libro, «absolutamente singular, pero mala de solemnidad». Pero interesante para comprender las rivalidades en el bando de Franco y para observar cómo el cine vanguardista soviético -y el alemán, por supuesto- influyeron en el falangista Arévalo. Hay dos escenas saqueadas de El acorazado Potemkin, pero empleadas ideológicamente en sentido inverso.
Anticapitalista y militante
Sánchez-Biosca resume así por qué era un filme incómodo en 1942: «Por su énfasis en la política y en la ideología en lugar de poner el acento en lo militar, por su apuesta anticapitalista y militante, por su comprensión hacia el enemigo y, ¿por qué no?, también por su confusionismo trágico».
Los protagonistas son Luisa (Conchita Montenegro) y Miguel (Ismael Merlo), dos niños que crecen juntos y que son novios en el momento del golpe de Estado de 1936. Ella es militante de Falange y forma parte de la «quinta columna» en el Madrid asediado; él es un comunista de rostro humano. Luisa es apresada por los rojos, violada y posteriormente paseada . Miguel, desesperado tras ver el cadáver de su novia asesinada en la pradera, dispara contra una patrulla de anarquistas, que finalmente lo acribillan a balazos.
Rojo y negro se estrenó el mismo año que Raza, la película ideada por Franco, y es en cierta forma su antítesis. Su destino fue opuesto. Si la primera representaba la visión oficial y mayoritaria del nacionalcatolicismo; la segunda daba el punto de vista minoritario del falangismo, en declive tras la caída de Serrano Suñer. Si Raza exaltaba los valores castrenses, tradicionales y católicos, Rojo y negro incidía en la lucha ideológica y dejaba la religión en segundo plano.
Vista ahora, es lógico que al régimen le incomodara. El protagonista es un comunista honesto que no abjura de sus ideas y que pone pegas a «matar sin más», aunque acabe cediendo ante la mayoría y apoye a regañadientes que es necesario eliminar a los fascistas. Pero algo que el régimen no podía tolerar era el protagonismo de una mujer, Luisa, «insólito en el cine franquista», según Sánchez-Biosca. La heroína que entrega su vida por la causa está muy lejos de la mujer hogareña y con un papel subalterno de Raza.
Enrique Clemente,Madrid
http://www.lavozdegalicia.es/buscavoz/ver_resultado.jsp?TEXTO=5161936
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